11 meses atrás…
Esa noche, gracias a un conjunto de historias individuales muy interesantes pero no relevantes al caso, se reunieron en aquel bar. Sentados en la mesa: Joanna, el novio de Joanna, Michelle, El amigo y Maria Alejandra (acompañante del amigo).
Para comprender lo que sucede a continuación hay que describir al novio de Joanna. Es el tipo de hombre que si lo sientas al lado de su mujer parecen siameses: tu espacio es mi espacio, tu cuchara es mi cuchara, tu mano derecha es mi mano izquierda, etc… y que, por lo general, cuando se le descontrola el cursímetro la mujer pone una sonrisa incómoda al resto del grupo como diciendo “lo siento… no tiene botón de eject”.
Michelle estaba sorprendentemente tranquila [para andar sola], pero cada cursilería del novio de Joanna le caía como una gota fría a su paciencia; el amigo había decidido ignorar por completo la situación porque le veía poco remedio al pobre hombre; y Mariale no quería meterse en eso porque no era su grupo y entendía que el amigo podría molestarse.
No pasó mucho tiempo hasta que Michelle explotó:
-Michelle: Por eso no salgo con parejas sin pareja… porque esto de aguantar gorro no va conmigo!
-Amigo: Jeje… no hay que andar solo para aguantar gorro. [Go Mich!]
-Mariale: Jeje…
-Novio de Joanna: Ustedes lo que están es envidiosos. [Error #51]
Esas eran las situaciones que el amigo esperaba… esos momentos en los que la ignorancia florece con todo su esplendor.
